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Todos nuestros fondos y novedades pueden consultarse en el siguiente enlace:

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Argantonio lo funda un poeta, José Manuel García Gómez. Nuestro amor a los libros y a la lectura está en la propia personalidad de nuestro fundador. Creemos en la importancia de una sociedad de buenos lectores, de niños que descubran otros mundos a través de los libros. Sobre todo creemos en el placer mismo de leer. Leer no puede ser una obligación. Debe ser un placer. En tiempos de exceso tecnológico, de tabletas y móviles, nuestros hijos pueden encontrar en el libro un objeto lleno de infinitas posibilidades. Porque no es lo mismo leer un libro bellamente ilustrado que leer en una pantalla.   

Por eso tenemos la mejor Biblioteca al servicio de nuestros alumnos y de nuestros padres. Un proyecto lector debe estar acompañado de una buena biblioteca. Los centros escolares no otorgan prioridad a las bibliotecas escolares. No invierten en ellas. Lo que tiene mucho de paradoja.

Nuestra Biblioteca tiene un espacio dirigido a los más pequeños. Al mismo tiempo uno de sus objetivos es dotar de las herramientas adecuadas al estudiante para el desarrollo de su trabajo, posibilitándole el acceso a las fuentes más modernas de información. Se busca que el estudiante, en el Colegio, adquiera las destrezas necesarias para la búsqueda de información, de tal manera que cuando ingrese en la Universidad o en el mundo laboral, lleve consigo no solo  los conocimientos, sino la facilidad de saber acceder a ellos.

La Biblioteca pone a su disposición, junto a otros medios, una colección de más de seis mil volúmenes que han sido debidamente informatizados, facilitando con ello la consulta del catálogo a alumnos y profesores del centro. Todos los alumnos y familias de nuestro centro podrán beneficiarse de la política de préstamo.

Nuestra Biblioteca es atendida por una profesional los martes y jueves por la tarde. El préstamo de ejemplares puede solicitarse cualquier día de la semana. Desde la propia biblioteca se fomentan talleres y cuentacuentos. También se exponen nuestras novedades y cada mes dedicamos una especial atención a determinados autores, temas o personajes literarios. Cada curso se realiza una inversión en libros de reciente publicación. No basamos, por tanto, nuestros fondos en la donación, sino en la permanente actualización de nuestro catálogo con novedades en el ámbito de la literatura infantil y juvenil. También se eligen mensualmente los lectores del mes y preparamos encuentros con autores.

Nuestra Biblioteca se erige también en ese modelo que todo colegio debe tener para crear futuros lectores y en un espacio lleno de vida a disposición de todos nuestros alumnos, pequeños lectores del presente, grandes lectores del mañana.

El niño que lee descubre un mundo de fantasía que ignora el niño que no lee. El niño que lee será el adulto que leerá en el futuro porque no puede concebirse un mundo alejado de la sabiduría y del conocimiento que reside en los libros.

El modo en el que debiera trasmitirse el entusiasmo por la literatura lo explica perfectamente en el siguiente artículo la escritora Elvira Lindo:

(...) Reconozcamos que nunca leyeron todos los niños, que los niños lectores siempre fuimos minoría, porque leer es una afición que se puede y se debe potenciar pero en la que actúa la libertad del individuo para sucumbir o no a sus encantos. Mi dedicación a la literatura juvenil me ha llevado a visitar muchos colegios españoles y la conclusión que extraigo de esos encuentros es que hay que ayudar a leer a los niños. Ayudarlos, no en el sentido de darles la lectura mascada para que les entre sin sentir sino proporcionándoles paz de espíritu, entrenarles en el difícil ejercicio de la paciencia, transmitirles sosiego, enseñarles a que en la vida hay momentos de parón y aburrimiento que uno ha de llenar sin dar la lata ni hacer ruido, educarlos para exigir menos a los demás y exigirse más a ellos mismos, ejercitar el músculo de la fantasía a fin de que pongan en una historia tanto como reciben. Esto es tarea de un padre y de una madre. Si los padres hacen sus tareas, a los maestros les resultará más fácil contagiar el entusiasmo por la literatura, y todos entenderemos de qué manera un lector está más preparado para enfrentar el mundo que alguien que no lo es.

¿Cómo despertar el placer de la lectura si un niño no está interesado? Le preguntaban a Inger Enkvist, catedrática emérita de español en Suecia:

"Era una lectora compulsiva. Nadie tuvo que insistir para que cogiera un libro. Pero hay niños que lo necesitan. Quizá al principio hay que forzarles un poco, animarles para que se conviertan en lectores de ocio. ¿Cómo se hace eso desde la escuela? Comprar buenos libros para la biblioteca y recomendar uno cada viernes. Un alumno puede contar lo que ha leído esa semana. Hacer pequeñas competiciones para ver quien ha leído más. Medir cómo aumenta su vocabulario. Y explicar que la lectura les permitirá, cuando sean adultos, desenvolverse mejor. Si los alumnos empiezan a leer, casi todos van a descubrir que es un placer. Pero necesitan horas. Se calcula que en la mayoría de los países se dedican 400 horas en Primaria al aprendizaje de la lectura. Para ser un buen lector hacen falta 4000 horas. Es imposible encontrar tanto tiempo en clase. Tienen que hacerlo en casa. Lo que pueden y deben hacer los padres es leer con  sus hijos, apoyar la lectura y servir ellos mismos de modelo.

Nuestra biblioteca se erige también en ese modelo que todo colegio debe tener para crear futuros lectores y en un espacio lleno de vida a disposición de todos nuestros alumnos, pequeños lectores del presente, grandes lectores del mañana.